Sònia

Sònia

diumenge, 25 de febrer del 2018

CUANDO ELIGES SER FELIZ

Vivimos a medio gas, con las marchas más cortas. Nos limitamos a existir. Priorizamos lo fácil. Nos obsesionamos con tener o aparentar. Comparamos constantemente. Razonamos demasiado. Intentamos controlarlo todo. Creemos ser importantes. No disfrutamos de nuestros logros. Firmamos ridículos contratos que nos acotan. Poseemos cosas que nos encadenan. Deseamos los que los otros consiguen sin estar dispuestos a hacer los mismos sacrificios.

No empezamos por miedo a fracasar. Tememos perder lo que aún no hemos logrado. Somos imprudentes a la hora de sentir. Vivimos en condicional. Hablamos mucho más de lo que actuamos. Nos encogemos cuando todo se complica. Dejamos que nuestro ego sea el que decida. Priorizamos poco y mal. Llenamos de agujeros nuestra alma con las insatisfacciones.

Pedimos permiso a otros para ser felices. Vivimos entre perfecciones y expectativas erróneas. Culpamos a los demás de todo aquello que nos pasa. Desperdiciamos las oportunidades por temor a destacar. Tenemos un apego absurdo a cosas irracionales. Somos impacientes. Criticamos al sentirnos atacados. Buscamos sucedáneos de lo que deseamos.

Confundimos la felicidad con la popularidad, con gustar a todo el mundo, con ser aceptados y aplaudidos. Vivimos entre el confort y el conformismo. Sentimos pánico al sentirla cerca, al encontrarla, a que se nos escurra entre los dedos.

Por suerte llega ese día en el que aprendes que la felicidad no se encuentra, se decide. No se halla en mapas ni se compra. Se construye a diario con agallas, luchando contra los problemas, asumiendo responsabilidades. La felicidad no se posee, se ama, se busca, se exprime.

La personas felices deciden serlo. Viven el presente, sin excusas, sin reservas, aprendiendo de los errores. Con arrojo aunque vengan curvas, sin condiciones, valorando cada pequeño detalle.

Felicidad es ser capaz de mirarse al espejo aceptando las imperfecciones y regalarse una sonrisa, creer en ti aunque los otros no lo hagan, mimarse a diario. Defender tus valores, actuar coherente a lo que sientes y necesitas.

Felicidad es ser capaz de decidir que haces con tu tiempo, apostar por tus prioridades, amar sin reservas. Decir no sin sentirte culpable, desprogramarse a menudo, escribir tus razones. Agradecer, crear cambio, vaciarte persiguiendo tus sueños. Eliminar complejos, dejar de justificar tus elecciones.

 Querer ser mejor siempre, apretar los dientes cuando todo se complica, saltar al vacío sin postergar. 

5 comentaris:

  1. Bo, Sonia. Molt bo.
    Et felicto un cop més.

    ResponElimina
    Respostes
    1. Moltes gràcies Miquel, com m'agrada que em llegeixis

      Elimina
  2. Jo, qué inspiradora. Me encnata el post, me estás haciendo pensar mucho y, eso es bueno, porque también hay ganas de actuar, no sólo que se quede en la mente. Gracias

    ResponElimina

Nota: Només un membre d'aquest blog pot publicar entrades.