Sònia

Sònia

dimarts, 31 de gener del 2017

QUE NADIE TE DIGA QUE NO ES EL MOMENTO PARA SOÑAR

- ¿Qué es lo peor que puede pasar cuando persigues un sueño?

- Postergarlo.

- ¿Y cuándo sabes que tienes que empezar a perseguirlo?

- En el preciso instante que lo imaginas.

- ¿Y si no es el momento adecuado?

- Sólo construyéndolo sabrás si estás preparado.

- ¿Y si los demás no lo ven claro?

- Nunca permitas que nadie te diga que no es el momento.

Cada mañana debería ser ese día, el marcado en rojo en el calendario. Ese que esperas con deseo, en el que no sabes muy bien porqué pero que todo empieza a cambiar. Ese en el que te invade la necesidad de volar alto, de empezar a construir, de emprender de nuevo. En el que te sientes decidido a intentarlo, a dejar de postergar, a empezar a caminar aunque no tengas claro el camino que vas a tomar. En el que dejas de esconderte, de guardar lo que sientes y empiezas a confiar en tu potencial.

Ese amanecer en el te invade la necesidad de dejar de aferrarte a tus miedos, en el que te sientes capaz de todo y ya no necesitas saber si saldrá bien o mal. En el que todo tus pretextos anteriores te parecen ridículos y estás dispuesto a invertir en tus ilusiones sin reproches, sin verdades a medias, sin mirar atrás. 

Ese preciso momento en el que te atreves a ser insolente con los que no dejan que lo intentes, dejas de preocuparte por lo que piensan los cobardes y silencias a los que no creen en ti. Ese segundo en el que te miras al espejo con rabia y maldices lo miedoso que has sido hasta el momento y sonríes de medio lado consciente que no te va a volver a pasar. Porque has decidido a apostar a fuego por aquello que te eriza la piel y regalar el mejor ejemplo que podrías dar.

Ese instante en el que notas que estás en los minutos de descuento y si no lo aprovechas lo vas a lamentar, en el que eres consciente que se te escapa el último tren. Donde se enciende la mecha y todo empieza a funcionar.

Ese día en el que te sientes capaz de bailar con el riesgo, con la incertidumbre, con la posibilidad de errar. Donde ya no te asusta fracasar, caerte o lo que pueda salir mal. Donde aprendes a gestionar tus fantasmas, a querer ser ambicioso, a no esperar el reconocimiento de les demás.

Ese tris en el que la incomodidad se hace más amable, los miedos se transforman en oportunidades y estás dispuesto a romper con todo lo que no te ha permitido navegar. Donde ya no dependes de la marea que haga o donde el viento decida soplar. Ese preciso momento en el que te muestras disruptivo, rechazas la mediocridad, los patrones establecidos y estás dispuesto a no parar de trabajar. A partirte el alma por tu proyecto, a buscar los mejores aliados para tu viaje, a saltar muros sin miedo a defraudar.

Esa mañana en lo necesitas ser fiel a lo que sientes, estás dispuesto a desafiar la lógica, a aumentar la intensidad de tus acciones, a dejar fluir. A romper las limitaciones que otros te han creado, a viajar con una nueva brújula, a correr en buena dirección.

Esos serán los días por los que sólo intentarlo ya habremos ganado, donde nuestra vida tomará sentido, que nunca nos digan que no podemos soñar. Ese día en el que decides brillar.

diumenge, 22 de gener del 2017

SONRÍE BIEN FUERTE

- ¿Por qué siempre sonríes cuando yo lo hago?

- La mejor de las sonrisas es que se contagian.

- ¿Y por qué hay días que los adultos sonreís tan poco?

- Porque en ocasiones olvidamos la importancia real de las cosas.

- ¿Y el estar serios os sirve de algo?

- Sólo para hacerlo todo aún más gris.

Mi pose es muy serio, siempre lo ha sido. Heredé el semblante de mi padre pero quien me conoce de verdad sabe que me río mucho. Quizás a veces únicamente sonrío por dentro, en ocasiones mis labios se resisten a expresar lo que realmente siento. 

Soy amante incondicional de las sonrisas, me atrapa la gente que siempre sonríe. Envidio a aquellos que a diario llevan una sonrisa dibujada en sus labios, que son capaces de reír aunque estén tristes, que siempre tienen una buena excusa para hacerlo. Que llevan la sonrisa por bandera, que son expertos en provocarlas, ráfagas de energía.

Disfruto al ver que mis hijos lo hacen de forma constante, sin necesitar un motivo concreto, sin importarles que los demás no lo entiendan, sin que sea el lugar perfecto. Acompañan todos sus juegos con carcajadas, contagiárselas el uno al otro. Sonrisas cómplices que sólo ellos entienden como hacía yo con mis hermanas.

Creo firmemente en el poder de las sonrisas, en la capacidad que tienen de llenarlo todo de color. Esa curva capaz de enderezarlo todo, de cargar de esperanza, de acariciar el alma. Aquellas que llegan en el preciso momento en que todo se tambalea, que abrazan, que susurran al oído que están a tu lado, que miman y tiran de ti. Llenas de fuerza, sin freno, sin medida, que estremecen.

Sonrisas que crean magia, que invitan a seguir hacia adelante, a creer en que todo saldrá bien, puro optimismo. Que alejan los miedos, disminuyen la tristeza, que nutren el corazón. Que arropan, abrigan, reconfortan. Que restablecen la confianza, alivian tensiones, desdibujan temores.

Sonrisas sinceras, llenas de dulzura, de nuevas oportunidades, de generosidad. Que perdonan los errores, que animan a volver a empezar, que olvidan que no lo hiciste bien. Que cargan las baterías, que hacen que creas que eres capaz de todo, que te invaden de emoción. Que convidan a seguir soñando, a seguir en el camino.

Que invitan a conocer, a querer saber más del otro. Que regalan nuevas experiencias, que abren nuevos caminos, que acercan posturas, que dibujan vínculos. Sonrisas administradas con precisión de cirujano que llegan en el momento preciso repletas de actitud, que matan tus fantasmas, que se convierten en tu mejor medicina. Sin dobles sentidos, sin malentendidos ni medias verdades, sin tenerlas que interpretar. Que cargan baterías, que hacen que creas que eres capaz de todo, que te llenan de emoción.

Quince músculos que acercan, tienden puentes, descubren secretos. Que describen tu forma de entender el mundo, que definen tu manera de pensar, de querer hacer las cosas, de tomar decisiones. Sonrisas que se alargan en el tiempo, que parecen eternas, que no tienen caducidad, que sellan amistad. Que rompen muros, que generan empatía, ilusión.

Sonrisas honestas, que acogen, que no piden explicaciones. Que dibujan futuro, diseñan mapas, te llevan a donde quieres llegar. Que regalan autenticidad, que llenan nuestras relaciones de valor. Que no necesitan de estrategia ni de plan.

Hijo, sonríe mucho especialmente los días que no encuentres un motivo en concreto. La sonrisa es el idioma de las personas inteligentes.

dilluns, 16 de gener del 2017

NUEVE LECCIONES DE VIDA

- Parece que te ponga triste que cumpla años.

- No, me hace realmente feliz pero a veces siento vértigo al verte crecer tan rápido.

- ¿Te da miedo que me haga mayor?

- No, pero en ocasiones añoro poderte acunarte en mis brazos.

- ¿Qué es lo que más te gusta de verme crecer?

- Me enorgullece que hayas aprendido tantas cosas en tan poco tiempo.

- ¿Sabes lo que más me gusta de cumplir años mamá?

- ¿Qué?

- Que cada vez podemos compartir más cosas, vivir juntos más momentos.

Hoy Xavier cumple 9 años. Llegó a nuestras vidas casi sin hacer ruido, justo cuando más lo necesitábamos. Entusiasta, apasionado, osado, siempre al límite. Sin miedo a aprender, capaz de sonreír pase lo que pase, de gozar de todo lo que hace. Capaz de bailar con las dificultades, de cambiar todo lo que viene de serie, de no vetar sentimientos. Que se sacia de vida, que perdona sin esfuerzo, un experto ladrón de sonrisas.

Tiene el don de hacerme mejor persona, de contagiarme de emoción, de hacerme enormemente feliz. Capaz de cuestionar mis decisiones cuando no lo hago bien, de tener paciencia cuando no logro estar a la altura, de entender que hay días que mamá no de la talla.

Ojalá, a lo largo de su vida sea capaz de enseñarle estas nueve lecciones:

1) No dejes NUNCA que NADIE defina tus límites. Haz de la valentía tu bandera, de la osadía tu forma de entender la vida. Sueña GRANDE aunque los otros no lo entiendan, cree en tus proyectos, trabaja a diario por todo aquello que sea capaz de erizarte la piel.

2) QUIÉRETE mucho, con avaricia. Mírate siempre al espejo sin reproches, excusas ni desprecio. Sonríete a diario, date cada mañana una nueva oportunidad.

3) Tú eres el ÚNICO responsable de tu VIDA, de todo aquello que te pasa. ASUME la responsabilidad de tus acciones, no permitas que los otros elijan por ti. Toma decisiones, no postergues nada.

4) No te tomes demasiado en SERIO. Acepta tus limitaciones, nunca intentes aparentar algo que no eres. Tiñe tus días de humor. Busca tu marca y defiéndela con orgullo aceptando que no vas a gustar a todo el mundo.

5) NUNCA pidas permiso para aprender, para experimentar, para probar nuevas formas de hacer las cosas. No te canses de investigar, de darle una nueva vuelta a lo que te inquieta, de rediseñar tu mapa.

6) No olvides que tu PASADO nunca deberá determinar tu presente. Se capaz de CAMBIAR, de aceptar que nada es eterno, que como realmente se aprende es de los errores. Acepta lo que viene,  tus equivocaciones, aprende de cada resbalón sin censura.

7) Se AGRADECIDO, practica a diario la gratitud. Con los que ames y los desconocidos. Siéntete afortunado por todo lo que tienes, por cada amanecer que te regale el alba, por la gente que tienes a tu lado. Se altruista con tus acciones, aprecia la belleza de las cosas más simples. Saca siempre la cara por los que te importan.

8) VIVE sin cuestionarte el por qué de las cosas, no todo en esta vida tiene explicación, ni sentido ni respuesta. Haz caso a tu intuición, vive a fuego, arriesga si quieres ganar. Se disruptivo, insolente con los cobardes, aléjate de los que no se atreven a intentarlo.

9) AMA sin MEDIDA, sin esperar el momento perfecto, sin guardarte un te quiero para mañana. Comparte lo que sientas sin miedo al qué dirán. 

Hijo, JAMÁS olvides que TUS SUEÑOS son los míos, que caminamos de la mano. Que te acompañaré todos los días de mi existencia, que estaré a tu lado sin CONDICIÓN.

Feliz noveno cumpleaños, ojalá todos tus deseos se hagan realidad.

diumenge, 8 de gener del 2017

SER GRANDE ES CUESTIÓN DE ACTITUD

- Mamá, ¿existe alguna fórmula para conseguir lo que uno se propone?

- Sí, se llama actitud.

- ¿Es mejor que la de tener suerte?

- La suerte no la controlamos, la actitud la elegimos.

- ¿Y tener buena actitud siempre te asegura conseguir lo que quieres?

- No siempre, pero marca sin duda la diferencia.

Todos deberíamos estar dispuestos a hacer algo grande. Cada uno a su medida,  pero algo que fuese capaz de cambiarnos por dentro. Algo hecho con cabeza y mucho corazón, con dedicación hasta el extremo. Algo que suponga un cambio de sentido en nuestras vidas, una nueva forma de hacer las cosas, el inicio de un nuevo mapa. Algo que afectase al hacer y al sentir, que nos exigiese lo más valioso de nosotros. Algo que te zarandé de tal forma que te cambie por completo, que marcase un punto y seguido en tu forma de entender el mundo, que consiguiese que nunca volvieses a ser la de ayer. Algo que aunque los demás no lo entiendan te haga vibrar por dentro, que erice tu piel.

Y el secreto para conseguirlo reside en la actitud, esa que consigue que nos pongamos en marcha sin saber muy bien el destino. Que hace que te levantes día tras día pensando en un objetivo, que creas a fuego en lo que deseas. Que te hace rediseñar tu vida casi sin ser consciente, que te saca de donde estás, te sacude por dentro.

Esa disposición que mueve cimientos, que cambia tu forma de respirar, que te arrastra construir. Que te reconcilia contigo mismo, te llena de aliento y te susurra "tu puedes con ello". Que te hace confiar aunque los otros dejen de hacerlo, que te demuestra a diario que no necesitas de un don para lograrlo. Que te anima a jugar con las oportunidades, a comprometerte con lo que sientes, a conectar con lo que eres.

Esa que te saca al camino, que te exige responsabilidad, que busca respuestas. Que te enseña a idear las mejores preguntas, a aprender a dar los mejores pasos, eligiendo con cabeza, dejando atrás el victimismo. Que te hace percibir diferente, evocar tus empeños. Que rompe barreras, que alienta quimeras, que roba sonrisas. Esa que te regala amaneceres y te lleva a trabajar hasta la puesta de sol.

Ese talante que te lleva a vivir sin peros, a soñar grande, a que tus besos sean eternos. Que capitanea tus anhelos, eliminando los miedos, controlando los egos. Aquella que te hace dueña de tu vida, que no te permite que postergues, que bajes los brazos. Que hace que tu voluntad sea de hierro, que seas capaz de generar todo aquello que fantaseas, que te lleva a trabajar día a día hasta la exhalación.

Aquella actitud que te ayuda a simplificar, a ser consciente de lo que privilegiada que eres, que te permite identificar tu esencia. Que te invita a empezar en pequeño, luchar contra las excusas, afrontar para superar, explorar nuevas formas de hacer. 

Esa que nos ha llevado a cuatro mamás valientes a trabajar por un sueño, 100 kilómetros solidarios que han hecho de nuestra vida algo mucho mejor. Que nos permite educar con el ejemplo, compartir el camino con gente que suma, disfrutar de salir de nuestra zona de confort.

Esa actitud que hace que nuestros días importen.

diumenge, 1 de gener del 2017

GENTE DIFERENTE

- ¿Cómo hay que ser para ser especial?

- Ser simplemente tú.

- ¿Y si a los demás no les gusta lo que muestras?

- Quizás no sepan apreciar todo lo bueno que hay en ti.

- ¿Y cómo sabré elegirlos?

- Sólo debes rodearte de aquellos que te hagan mejor.

Es cierto que todos somos especiales pero hay quien lo es de una forma peculiar. Gente singular, que marcan diferencias, que calan en tu vida sin pretenderlo. Que aparecen siempre por casualidad y son capaces de cambiar tu existencia, que aportan algo mágico a tu destino. Aquellos que necesitas a tu lado sin un motivo concreto, sólo porque sí.  Que amenizan tus días, que no tienen en cuenta tus carencias, que tienen el don de hacerte mejor. Que hacen justo lo que necesitas sin que lo tengas que pedir, que le dan a tu existencia un cariz diferente.

Personas que producen respeto, que generan pasiones, que gozan de todo lo que hacen. Que saben bailar con las dificultades, que ven oportunidades donde otros sólo ojean niebla. Que cambian lo que viene de serie, que nunca se enfadan con el destino, que no culpan al pasado, que son los únicos responsables de pintar su presente. Que no vetan sentimientos, que manejan los contrastes, que no creen en las excusas. 

Aquellas personas que complacen a los que aman, que no toman atajos, que encuentran las contraseñas, que viven sin medida, que regalan oportunidades. Que rechazan los dobles sentidos, las interpretaciones, que no esperan que las cosas sucedan. Que no dejan de dar pasos, que se hacen enormes con su trabajo, que no se rinden. Aquellos que nunca negocian con cobardes, que cumplen sus propósitos, que son lo que deciden ser.

Gente que ocultan sus miedos, que lideran con aliento, que exprimen sus talentos, que se sacian de vida. Que dicen lo que sienten, que aprecian lo que tiene, que crean soluciones, que contagian entusiasmo, que siempre dan las gracias. Que saben potenciar las virtudes de los otros, que comparten su aliento, que creen en ti aunque aunque estés a punto de tirar la toalla. 

Aquellos que siempre son capaces de robarte sonrisas, que invitan a aventuras, que sacuden cuando más lo necesitas. Que enseñan nuevos colores, que quieren cuando menos lo mereces, cuando pocos te soportan. Que aconsejan sin sermones, que estiman sin requisitos, que no sucumben a los que no se atreven.

Personas que rechazan el letargo, que creen en la imprudencia, que aspiran a todo. Que aprenden haciendo, que van siempre de frente, que no conspiran ni necesitan de estratagemas. Que son contundentes con sus decisiones, que avalúan sin miedo a encontrar. Que hacen de la vida algo sencillo, que exprimen cada instante, que siempre hacen que aprendas.

Que perdonan, escuchan, aprecian, que suman. Que se quieren y respetan, que tienden puentes, y trazan planes sin esperar el momento adecuado. Que cambian de rumbo sin titubear cuando es necesario, que sueñan al alba, que aspiran a todo.

Personas junto a las que los próximos años quiero tener a mi lado, quiero que compartan mi suerte, de las que quiero empaparme de su saber.